El Consejo de Ministros acaba de aprobar un Real Decreto mediante el cual se establece la regulación de los influencers, a los que se les ha nombrado técnicamente como «usuarios de especial relevancia». Esta normativa tipifica tanto las condiciones que deben darse para que un usuario sea catalogado como influencer, como las obligaciones a las que queda sujeto.
El objetivo de esta nueva regulación propuesta por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública es proteger a los consumidores y a los menores de edad, buscando seguir la estela de la normativa europea.
El Gobierno ha establecido tres criterios que el usuario debe cumplir para entrar dentro de la definición de «influencer» o «usuario de especial relevancia» y, por tanto, estar sujeto a esta regulación. Estos son:
- Presentar ingresos iguales o superiores a los 300.000€ por esa actividad.
- Contar con 1 millón de seguidores en una plataforma de vídeo, o que la suma de todos sus seguidores en sus distintas plataformas sea de 2 millones en total.
- Publicar al menos 24 vídeos al año.
Todos y todas aquellos cuyo perfil encaje con estos requisitos, deberán inscribirse en el Registro Estatal de Prestadores Audiovisuales en un plazo de dos meses.
